Cocinar así el arroz deja restos de arsénico, según estudio


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Un estudio difundido por ‘The Independent’ afirma que el método tradicional para cocinar arroz deja rastros elevados de arsénico, químico asociado con el cáncer y la diabetes.

Si eres de los que hierven el arroz hasta que el agua se evapore, podrías estar poniendo en riesgo tu salud, de acuerdo con un estudio difundido por el diario británico The Independent. Pero no te preocupes, aquí te decimos cuál es el método más seguro para cocinarlo.

«Experimentos recientes muestran que el método común de cocinar arroz —que consiste en hervirlo hasta que el agua se evapora— puede ser insuficiente para prevenir la exposición a los rastros del veneno arsénico, que contamina al arroz, derivado de las toxinas y pesticidas» en la industria agrícola, indica The Independent.

Este químico ha sido asociado a con problemas de la salud, como enfermedades del corazón, cáncer y diabetes.

De acuerdo con el medio británico, aunque se cree que las cantidades de arsénico se eliminan cuando el arroz se cocina, el estudio afirma que únicamente se puede lograr remojando el arroz durante la noche.

El profesor de Ciencias Biológicas de la Universidad Queens de Belfast Andy Meharg probó tres métodos para cocinar arroz en el programa Trust me, I’m a Doctor, de la BBC, para comprobar las distintas alteraciones en los niveles de arsénico.

En el primer método, el profesor utilizó dos partes de agua y una de arroz. Aunque el agua se evaporó durante la cocción, se encontró que el arroz conservaba la mayor parte del arsénico.

Para el segundo proceso, probó con cinco partes de agua a una de arroz, con lo que los niveles del químico se redujeron a la mitad.

El tercer procedimiento resultó ser el más efectivo para contrarrestar el veneno: se remojó el arroz durante la noche y finalmente los niveles de la toxina se redujeron en un 80 por ciento.

A partir de esto, la conclusión del estudio es que el arroz debe remojarse en la noche. Antes de cocinarse, debe ser lavardo y enjuagado hasta que el agua esté limpia.

Fuente: Milenio