Recientemente se viralizó un video en el que el cantante golpea a su técnico de audio.
Desde que la serie inspirada en su vida llegó a la pantalla, la carrera de Luis Miguel tomó un segundo aire. Constantemente es tendencia en redes sociales y ha empezado una nueva gira de conciertos, misma que no va muy bien gracias al escándalo que protagonizó hace unos días.
¿Qué pasó?
El intérprete de «La Chica del Bikini Azul» se encontraba dando un concierto en Panamá cuando, en aparente estado de ebriedad, golpeo a su técnico de audio, Norbert Cansado. El momento fue grabado y pronto se viralizó, provocando que miles de fanáticos reprobaran su actitud.
Muy borracho
Tras lo sucedido, una famosa revista de entretenimiento platicó con un miembro del equipo de trabajo de Luis Miguel, quien explicó que el cantante se encontraba en estado de ebriedad al momento del incidente: «Luis Miguel llegó muy borracho, pues desde la mañana se había echado sus tragos de vino y luego siguió con coñac».
Lo que molestó a Luismi
La molestia que llevó a Luismi a agredir al técnico fue el sonido, que al cantante le parecía pésimo. Aunque Norberto Cansado lo arregló, para Luis Miguel seguía estando mal, por lo que sostuvo una pequeña discusión que terminó en golpes: «Es que Luis Miguel se enojó más porque el ingeniero le respondió agresivo, pues ya estaba muy estresado y harto porque no entendía qué le molestaba, y como Luis Miguel no se lo esperaba, decidió calmarlo con un microfonazo y después con dos golpes en la cara y una patada».
Compensando el error
En la entrevista se menciona que la demanda está prácticamente descartada, pues al técnico le podría ocasionar mala fama en su trabajo, mientras que para Luis Miguel la reacción del público ha sido suficiente castigo. En su lugar se encuentran buscando un acuerdo que los beneficie a ambos: «su equipo de abogados está negociando con Norbert; quieren llegar a un acuerdo y que le den 300 mil dólares (unos 5 millones, 800 mil pesos)».
La fuente entrevistada explicó que tras el incidente Luis Miguel ordenó que el técnico fuera llevado al hotel y posteriormente le pagó un vuelo para que regresara a Estados Unidos. También remarcó que no es la primera vez que lo ven en una actitud agresiva y grosera con su personal.
