El secreto está en su composición química y los azúcares que tiene, que evitan que al día siguiente amanezcas con resaca.
De unos años para acá la popularidad del mezcal ha pasado de ser una bebida desdeñada por su supuesta falta de refinación y clase, a una que se toma con respeto, por los conocedores y por los que quieren entrar a la moda del destilado.
De acuerdo con el Beverage Testing Institute of Chicago, el mezcal es el alcohol destilado más puro que hay y es debido a que su azúcar es polisacárida que le cae mejor al cuerpo. ¿Por qué? Muy sencillo, al tener esta composición química, el azúcar comienza a desintegrarse apenas al contacto con la boca, por lo que su proceso de absorción y eliminación es mucho más rápido e inmediato; mientras que un alcohol con azúcares monosacáridas deberá ser procesado en el hígado y luego eliminarlo, ocasionando lo que conocemos como cruda o resaca.
Yola Jiménez, experta en mezcal y propietaria de su marca homónima de destilado, dijo a la revista Bon Appetit que una de las características que hace al mezcal mucho más llevadero al día siguiente es que se debe tomar despacio y con respeto.
“Le das pequeños tragos, te sientas a disfrutarlo, lo vives. Considero que para muchas personas, el mezcal puede ayudar a cambiar su relación con el alcohol porque la experiencia es muy diferente”, dijo.
Pero no todo es magia. El acompañar mezcal con cerveza es común y es justo eso lo que hace que te sientas mal al día siguiente. Lo más recomendable es no combinarlo con alguna otra bebida alcohólica pues su beneficio químico desaparecerá.
Finalmente, el Beverage Testing Institute of Chicago hace una recomendación en caso de que la noche pasada hayas bebido demasiados shots de mezcal: una infusión de poleo. Esta planta te quitará la cruda, aliviará tu estomago y te dará un alivio casi inmediato gracias a su sabor a menta.
Fuente: Milenio
