¿Qué es el grooming y por qué afecta a niños y jóvenes?


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Esta forma de acoso cibernético creció a raíz de la pandemia por COVID-19, pues la hiperconectividad dio pie a que adultos se hicieran pasar por menores de forma más fácil.

Jugar en línea, ver series o películas online y tomar clases de forma remota fueron de los principales cambios que miles de niños y jóvenes en todo el mundo tuvieron en sus actividades diarias por COVID-19, sin embargo un problema que se presentó fue el grooming.

Como concepto se trata de un delito cibernético donde adultos se hacen pasar por menores de edad a través de redes sociales o juegos online y posteriormente crean confianza con los menores, les piden fotografías comprometedoras de contenido usualmente sexual, a fin de controlarlos y chantajearlos.

¿Cómo hacen grooming?

De acuerdo con la ONG Grooming Argentina, el término grooming es un anglicismo que se traduce en conductas de acercamiento o acicalamiento, configurándose como delito en distintos países de América Latina. Este proceso es ejecutado por el acosador y consta de distintas etapas bien diferenciadas, las cuales podrán ser reemplazadas y/o alternadas entre sí:

1) Etapa de enganche o entrapment (atrapamiento):
Con el objetivo de ganarse la confianza y establecer un vínculo de amistad, en esta etapa el acosador se acerca al niño, niña o adolescente generalmente falseando su identidad y/o su edad, a través de una conversación donde prevalece el intercambio de gustos, preferencias e intereses.

2) Etapa de fidelización:
En esta etapa el acosador a sabiendas de los gustos e intereses del niño, niña o adolescente profundiza la relación obteniendo una mayor cantidad de datos personales, donde intentará mantener cautiva la atención procurando fidelizar el vínculo a través del intercambio de secretos, confidencias, promesas, etc.

3) Etapa de seducción:
En esta etapa el acosador seducirá y sexualizará la conversación, generalmente mediante preguntas y/o relatos para generar en el niño, niña o adolescente un compromiso y/o dependencia emocional.

4) Etapa de acoso sexual:
Esta etapa se caracteriza por una marcada agresión sexual, implícita o explícita, en la cual el acosador manipula a la víctima a través de la solicitud de imágenes y/o videos íntimos, o bien, la propuesta de un encuentro personal. En aquellos casos en los cuales el niño, niña o adolescente no acceda a sus requerimientos, el acosador ejercerá distintas formas de violencia, tales como: chantaje, extorsión, amenazas o coacciones. Como conclusión, este proceso puede transcurrir durante días, semanas, meses y/o años, transformándose en una nueva modalidad del abuso sexual sin contacto físico contra niños, niñas y adolescentes.

“Aunque en Twitter no tenemos permitido que menores de 13 años accedan a la red, hemos visto un incremento de este problema y por ello decidimos crear una guía de acción para que padres de familia y menores de edad sepan identificar esta situación, prevenirla y actuar”, indicó a Expansión, Danya Centeno, representante del equipo de Políticas Públicas de Twitter Hispanoamérica.

¿Qué provocó el incremento de acoso cibernético?

El informe de Grooming señala que los usuarios se volvieron hiper vulnerables en redes.

“En términos prácticos, observamos que se ha gestado lo que podríamos llamar una ‘tormenta perfecta’ para el incremento de las situaciones de grooming. Este marco desfavorable en términos del impacto que se produjo ante el contexto de pandemia y que nos toca atravesar como sociedades, realza la necesidad de reflexionar y tomar dimensión del estado de situación, invitándonos por un lado, a identificar los riesgos y amenazas que supone el contexto, reflexionar sobre el posicionamiento que adquirimos como personas adultas responsables a la hora de acompañar a las infancias y adolescencias en sus entornos digitales, incorporando pensamiento crítico; y por otro lado, vislumbrar y analizar las oportunidades y beneficios que se presentan de cara al futuro en materia de aprendizaje”, argumenta el Dr. Hernán Navarro, líder de la ONG de origen argentino.

Los menores de edad son uno de los grupos más expuestos a las amenazas digitales: en 2021 se reportó que uno de cada cuatro internautas en México tenía entre seis y 17 años, de acuerdo con datos de la Asociación de Internet MX. Además, 47% de los padres no usa o no sabe qué es un sistema de control parental, y el 23% no establece límites para el tiempo que los menores usan dispositivos electrónicos.

“El uso seguro de plataformas digitales y redes sociales en niños y adolescentes es una responsabilidad que recae en los padres de familia y cuidadores, por lo que deben ser conscientes de las actividades de los menores en línea y acompañarlos en el proceso. Es importante que conozcan las medidas de higiene digital para transmitirlas a sus menores e incentivar un internet más seguro”, aseveró Jimena Mora, directora Jurídica de Propiedad Intelectual y Seguridad Digital para Latinoamérica para Microsoft.

De acuerdo con Centeno, una de las mejores formas de atacar este problema es con educación, por ello lanzaron una guía para identificar este tipo de delito.