El voyerista
Por Alfredo Guzmán
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Algo tendrá que hacer la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda, porque en un corto tiempo (4 meses) sus funcionarios no han entendido qué, cómo, porqué y para qué se gobierna, porque en ese espacio de tiempo, ya han cambiado varios funcionarios, en diferentes niveles, incluido el Secretario General de Gobierno, entre otros.
Pero el problema no son quienes han sido cambiados, sino quienes están ahí y no han mostrado capacidad, inteligencia, conocimiento y experiencia para tratar temas, delicados, como han sido las movilizaciones del magisterio, de estudiantes, del sector salud, de trabajadores, luego de que empleados de varias áreas, han visto amenazados sus trabajos y se han movilizado y nadie los atiende.
Es decir, hacen falta operadores para aplicar las políticas públicas y las determinaciones que la Gobernadora haya instruido, o en su caso habrá que definir que pareciera en ocasiones que cada funcionario asume acciones, bajo su criterio y responsabilidad, porque no tienen lógica.
La lógica política de cualquier gobierno, es que las decisiones, se acatan. Luego de una breve explicación, por supuesto. Hay que convencer, no sólo vencer por la fuerza.
Pero para hacerlas efectivas, no valen rumores. Sino documentos, que así lo indiquen y varios trabajadores de casi todas las dependencias, establecen que no les quieren dar por escrito sus ceses, cuando así lo ha determinado el jefe.
Primero los cambian de adscripción, sin avisarles, luego los hostigan y al final les dicen que no sirven como trabajadores.
Lo cierto, es que hay una determinación de reducir la plantilla, para poder cumplir compromisos políticos adquiridos. O sea para dar trabajo a sus apoyadores.
Lamentablemente, quienes salen, con una liquidación pírrica de un año 3 meses, independientemente de los años laborados, según determinó la Secretaría de Finanzas, son personal calificado, con experiencia, con cursos de capacitación y certificado, quienes saldrían para poder meter a gente sin el mínimo conocimiento de nada.
Un ejemplo patético, se presenta en la Secretaría de Salud, donde la “Doctora” Aidé Ibarez, empieza a ser burla de funcionarios, porque no tiene absolutamente idea de cómo hacer efectivo su trabajo. Se ha rodeado de ineptos. Y algún sesudo, hasta le recomendó que se hiciera una manifestación de apoyo a su favor, para mostrar el músculo que tiene y el apoyo a su persona.
Los datos indican que en cada reunión general, se pone a llorar y no hay forma de consolarla.
Pero el llanto se le quita, cuando su jefe de personal, le indica que las plazas de su esposo y de su hija, que aunque no aparezcan en el organigrama, ya está resuelta y pueden cobrar en la próxima quincena.
En la arbitrariedad y en el desconocimiento total de las formas de hacer efectivas sus determinaciones, Aidé Ibarez hace a un lado la normativa y eso expone a la propia Gobernadora Evelyn Salgado Pineda, luego de que ni siquiera respeta las leyes que emanan de los documentos que dan certeza jurídica a las decisiones de la titular.
Pero las hace a un lado, porque las desconoce y no tiene asesores que le informen, qué puede hacer y qué no. Por lo pronto darle prioridad al nombramiento de su esposo e hija, coloca a Morena y a la 4 T, como más corruptas que los de antes, pues aquellos, lo hacían con documentos en la mano. Ahora no.
El pasado miércoles, unos 150 trabajadores de Salubridad, realizaron un pequeño recorrido por la ciudad de Chilpancingo, y fueron al Congreso de Guerrero, en un afán de no se sabe qué, anduvieron haciendo el ridículo, gritando consignas en favor de Aidé Ibarez, titular de la Secretaría de Salud en Guerrero.
Solo se apoya lo que se está cayendo. No hay otra explicación. El rumor de que la titular de Salubridad saldría, surgió de la misma dependencia. O sea, personal de confianza del lugar, libró el rumor y creció hasta casi ahogar a Aidé Ibarez, quien de nueva cuenta soltó el llanto.
Ante la falta de acciones, obras o eventos que trasciendan, se sigue firmando convenios y haciendo compromisos que por ley, ya están en sus obligaciones de las dependencias.
Así las cosas, algo deberá hacer alguien, pues en tan corto tiempo, pareciera que la nave se ladea.
