¿No mentir, no robar, no traicionar al pueblo?


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El voyerista

 

Por Alfredo Guzmán

Cuando uno o una dice una cosa y hace lo contrario, simplemente no hay congruencia en lo que se dice y lo que se hace y queda uno como mentiroso o mentirosa.
Antier comenté que las decisiones de la actual Secretaria de Salud, Aidé Ibarez Castro, violentan el reglamento de escalafón e incurre en abuso de autoridad y nepotismo al otorgar sin respetar las normas legales de la dependencia, la plaza que ella ostenta a su hija Atzimba Rosales Ibarez, quien suplirá a su madre, de manera temporal, mientras ejerce como titular de los Servicios Estatales de Salud.
Ante los reclamos de la Secretaria General de la Sección 36 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, Beatriz Vélez Núñez de que eso no era posible, luego de que violentaba la normatividad, la respuesta llegó este 11 de marzo, donde a grandes rasgos, concluye lo siguiente: … “no se incurre en ninguna falta administrativa ni irregularidad en la asignación directa de forma interina de una plaza a la ciudadana Atzimba Rosales Ibarez.” (sic). Así ni quien discuta.
El fundamento del reclamo sindical, tiene su base en el artículo 2 del reglamento de escalafón de la dependencia, que establece que las disposiciones del reglamento son de observancia obligatoria para el o la titular y demás servidores públicos de la Secretaría de Salud, el Sindicato y los trabajadores de base de la dependencia. O sea todos y todas.
El artículo 4 establece que los términos del artículo 48 de la ley, el Derecho escalafonario, corresponde a los trabajadores de base con un mínimo de 6 meses de antigüedad en el nivel inmediato inferior y a la plaza de puesto vacante de acuerdo con la normatividad que señala el Reglamento.
En el artículo 6 menciona que de conformidad con lo que establece el artículo 62 de la ley, corrido el escalafón, las plazas vacantes y de nueva creación, cuyos puestos sean de pie de rama, serán dictaminadas para ocupación en un 50 por ciento por parte de la Secretaría y el otro 50 por ciento por parte del Sindicato.
Y si lo anterior no se respeta, cualquier acción en contrario, quedaría sin efecto legal.
Sumadas todas las arbitrariedades cometidas en este caso, la titular de Salud, tiene una plaza de un nivel de médico especialista y su hija aparece en el Registro Nacional de Profesiones como médico general. Lo que violenta la norma, pues no tiene el perfil, ni el nivel académico para suplir a su madre.
El Partido Morena hace alarde de ser una organización con altos valores de honestidad y responsabilidad.
Lo anterior, el menos está en el papel, pero la realidad dice lo contrario en varios de sus integrantes.
En el caso que nos ocupa, la titular de Salud, Aidé Ibarez Castro, miente, acomoda a su conveniencia y establece que puede hacer lo que le venga en gana. La prioridad es su familia. Ya colocó a su esposo en una plaza inventada y ahora a su hija, violentando todo, y afectando derechos laborales de otros, que si pudieran cumplir con los requisitos que reclama la plaza vacante temporal.
Quiero establecer que no tengo el gusto de conocer a la profesora investigadora de la UAGro con 36 años como docente y 35 años de servicio en la Secretaría de Salud, o sea con dos plazas de tiempo completo, lo cual está prohibido por la ley de la Universidad.
Tiene un alto grado académico con una licenciatura en Medicina de Santiago de Cuba. Cuenta con dos Maestrías, una en Geriatría y otra en Medicina Tropical. Un Doctorado en Terapia Humanista.
Y al revisar Mis Profesores, un portal donde los estudiantes pueden calificar a sus profesores, la Doctora, es reprobada con una calificación de 5.7 por los estudiantes que han recibido clases en diferentes años. En calidad general, tiene 5.7, la recomiendan 33 por ciento y el nivel de dificultad, le otorgan 3.6 de calificación.
La consideran una profesora barco, que otorga buena retroalimentación, sus clases son largas, califica duro, entre lo bueno establecen que la participación importa, es respetada por los estudiantes y brinda apoyo.
Lo malo, informan es que sus clases únicamente eran de política y de su experiencia en Cuba. Se quejan de que no hay día que no toque el tema de política, Cuba y se dedica a hablar mal de otros profesores.
Es decir, sin comentarios.
Y una perla para terminar. La luchadora social, la militante de izquierda, la comunista de ayer, me indican que en corrillos se le ha escuchado decir que en caso de un aborto, ella se apegaría a la objeción de conciencia que se define como la negativa de una persona a cumplir con un mandato jurídico al considerarlo incompatible con sus convicciones fundamentales.
Zas.